31 de DICIEMBRE 2011
www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Veronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
AUDIO
Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Mis hijos bien amados, doy gracias por nuestra Comunión. Doy gracias por vuestra Presencia y vuestra acogida. Vengo pues a ustedes, por tercera vez (Nde: ver las intervenciones anteriores del 17 y 24 de Diciembre). Una serie de elementos les han sido comunicados por el Comendador de los Ancianos (Nde: O.M.AIVANHOV), a la hora donde muchos de entre ustedes comenzaron a oírme y a oírme llamarles, a la Luz, a la Unidad y a la Verdad. Y donde ciertos otros de entre ustedes se preparan para oírme llamarles. Muchas cosas se juegan en ustedes. Muchos elementos se juegan sobre esta Tierra y en vuestros Cielos. Desde este instante, volvemos a entrar, ustedes y nosotros en los tiempos cruciales donde debe desplegarse y develarse en la Conciencia, la Verdad absoluta de su Ser. Entonces, por supuesto, como lo dijo el Comendador, eso puede traducirse en ustedes en cosas, inicialmente no siempre felices. Porque como siempre lo que les es desconocido y lo que es desconocido en esta Dimensión, puede llamar y hacer resonar en la Conciencia, el miedo y la angustia. Pero muy rápidamente la Alegría estará presente. Porque cualesquiera que sean los juegos y los roles que quieran jugar algunos de sus Hermanos y Hermanas, en el miedo y en la oposición a la Luz, recuerden que la Luz está allí y que les abreva en la Fuente. Y que ella es su alimento y su respuesta. Cada vez más toman conciencia de eso.
Entonces, van hacia su desconocido porque eso es vuestra Verdad. Muchas de las señales están en ustedes. Muchas de las señales están en vuestros Cielos. Se las había enunciado y anunciado. Se realizaron. Queda, ahora, a recorrer el tiempo de vuestras Bodas de Luz y de la ascensión colectiva de la Tierra. Esta en este tiempo crucial, comienza a desplegarse, en vuestra inteligencia, en vuestra comprensión, en vuestro vivir. Cualquiera que sea su conciencia, ustedes que me leerán, que me oirán, que vibrarán o no con mis palabras, recuerden que ustedes son la Eternidad. Y que la Eternidad, que pone fin a lo transitorio, se refiere también a lo que juegan como papel en esta vida, que no es la verdadera Vida. El Templo se construyó. El albergó en ustedes el despliegue de la Luz y el Êtreté, dándoles a vivir los espacios nuevos y los tiempos nuevos, trayendo nuevos Cielos y una nueva Tierra. Esos nuevos Cielos y esta nueva Tierra serán para cada uno de entre ustedes, diferentes. Porque van a revelarse en este tiempo crucial, muchos elementos en ustedes, más allá de nuestras palabras que podemos darles, más allá de toda lectura (por la experiencia incluso de vuestra conciencia y por el Llamado que se realiza en ustedes o que realizan las otras Estrellas entre las doce Estrellas). Ellas solo están allí para Despertarlos y Alertarlos de manera definitiva a vuestra Eternidad.
Entonces, en ustedes se realiza vuestro Devenir, lo que concierne a la Eternidad de vuestra Luz. Entonces, en ustedes se prepara el Encuentro con el Cristo. A partir de este tiempo crucial de este momento, los veinticuatro Ancianos se reúnen, ahora, en Conclave, en sesión plena y permitiendo por lo tanto el paso por la Puerta Estrecha, a nivel colectivo. Esto es anunciado por la Estrella, preparándoles a vivir la Estrella en ustedes. Estas Bodas de Luz son la Bodas de la Tierra: las de su Elevación y su Ascensión. Por supuesto, existen aún los elementos resistentes en la superficie de esta Tierra, en la conciencia del hombre, en la conciencia de muchos Hermanos y Hermanas. Pero el trabajo realizado y lo que viven como acercamiento de vuestra Eternidad, por mi llamada, que es personal, prepara, por supuesto, mi llamada colectiva. Una vez más, no busquen la fecha pero a título individual, lo que viven prefigura y anticipa la llamada colectiva de la Luz para cada Hermano y cada Hermana, cada alma que está encarnada o no, en este sistema solar.
Entonces, alégrense. Vayan cada vez más, hacia vuestra Humildad, hacia vuestra Simplicidad, hacia vuestra Transparencia. No se detengan en nada. Déjense penetrar por la Luz y su Inteligencia ya que no es nada más que ustedes mismos. Llevándose a deshacer de todos sus hábitos, todos sus sufrimientos, todas sus angustias. Preparando vuestra Casa para los tiempos colectivos que se anuncian en este instante crucial. La intensificación, para los que lo viven, de la percepción de vuestras Vibraciones, se traduce para vuestra Conciencia, por lo que se nombró la deslocalización. Y esta va a devenir para ustedes cada vez más obvia, a partir del momento en que respondan individualmente a mi llamada. Que eso sea mi voz que los llama por vuestro nombre. Que eso sea las campanas que tintinean en sus oídos, y los carrillones, o aún el Coro de los Angeles. Todo eso concurre a Despertarlos y a Alertarlos a fin de que la Eternidad de vuestro instante personal e individual los conduzca a la majestad de la gracia. Con el fin de nunca más tener sed. Con el fin de nunca más dudar. Con el fin de nunca más esperar. Ya que podrán decir, en ustedes, que Todo está cumplido, queda entonces a esperar la realización colectiva de esta Tierra y el conjunto de la humanidad Una.
Por supuesto, alrededor de ustedes, muy cerca como un poco más lejos, cada ser elige en toda Libertad, donde debe colocar su Conciencia, en este proceso colectivo. Les queda por estar atentos a mi Llamada. Les queda por estar atentos a mi voz, al Canto de los Coros Celestiales ya que ellos vienen realmente, a Despertarles y a Alertarles para prepararse al instante colectivo de la Tierra. Ya que ustedes mismos han preparado la Tierra por su acción de Ancladores y Sembradores de Luz. Así pues, como se los había dicho el Comendador de los Ancianos, durante este año que acaba de pasar sobre esta Tierra, todo está cumplido, en el Interior de ustedes. La Estrella que anuncia la Estrella, por lo tanto, vino en el momento más conveniente. El conjunto de las señales van en ustedes a hacerles vivir y a entender la realidad de la Unidad, la realidad de la Luz que Son. Entonces, en ese momento, progresivamente, saldrán del sueño. Se despertarán en otro espacio, otro tiempo, otro lugar. Y, no, no sueñan: eso es la Estricta verdad. Eso es su manera, para la Luz, de Honrarles por vuestra acción, de Honrarles por vuestro trabajo de Abandono a la Luz, por vuestro estado de Ser que, cualesquiera que sean los obstáculos, cualesquiera que sean las dudas, cualesquiera que sean los períodos más o menos difíciles, los conducen a ese nuevo día, en este tiempo crucial donde la Cruz en su majestad y en su aspecto glorioso, se manifiesta en ustedes y en sus Cielos.
Les queda, siempre, a Despertar aún más. Eso corresponde al proceso de la mañana en que algunas mañanas, se despiertan, quizá, más o menos brumosos, llevando un cierto tiempo para reanudar la conciencia de vuestra limitación y de vuestra fragmentación. Ahora, el proceso de vuestro Despertador y de vuestro Despertar devienen totalmente lo opuesto, porque son, en estos momentos donde los llamo y donde resuenan el Coro de los Angeles (o el Canto de los carrillones y las campanas) que ustedes están lúcidos. Es en estos momentos que ustedes se Despiertan verdaderamente. Entonces, respondan a la Llamada. Con una gran Humildad. Con una gran Simplicidad. Déjense traspasar, déjense penetrar por la Luz a fin de que lo que resta de vuestra persona devenga en totalidad, claro, en totalidad Transparente, en totalidad Unificado. Entonces, la Vibración del Êtreté los tocará de su Gracia, mientras que vayan en vuestro Cuerpo de Êtreté, o sigan aquí plenamente presentes en ustedes mismos, sobre esta Dimensión. Sabrán, entonces, que el instante colectivo (de la Tierra) de mi Llamada se precisa y está ahora, muy próxima.
Entonces vayan en la Alegría. Vayan en la Paz. Vayan en la Unidad y la Simplicidad. Que vuestra mirada devenga límpida. Que vuestros gestos devengan límpidos. Y, sobre todo, Ámense los unos a los otros como El los Amó. Vean todo con el mismo Amor. Vean todo con la misma constancia. Vean todo con la misma Gracia. Estén totalmente presentes en ustedes mismos, sobre todo en los momentos donde la Luz los llama, por mi Voz o la Voz de una de las 12 Estrellas o, aún, por el Canto de la Luz, el Canto del Cielo y de la Tierra, el Canto del Alma y del Espíritu. El Canto de las Bodas de Luz ha llegado hasta ustedes. Para aquellos de ustedes que no han participado, como Ancladores y Sembradores de Luz (porque la opacidad ha impedido Vibrar en ellos por temor o cualquiera que sean las otras razones), hoy eso va a abrirse para ustedes, dándoles a vivir si tienen confianza, en totalidad, vuestro Despertador y vuestro Despertar. Dándoles entonces la Gracia del niño que descubre un mundo maravilloso que es el de la Unidad, aquí mismo, en este cuerpo, sobre esta Tierra. Entonces, serán cada día más numerosos a vivir esta Gracia porque el tiempo de la Gracia individual está ahora, convertido (en este instante crucial) en el tiempo de la Gracia colectiva donde nadie podrá ignorar, en poco tiempo, la Llamada de la Luz y la Gracia del Despertador y del Despertar.
Es tiempo, también, de reconfortar a los que en torno a ustedes, no conocen la Luz, aquellos que están (por las leyes de este mundo) encerrados, aún mas, en la Ilusión, en su personalidad, en sus resistencias. Sean para ellos un faro. Denles a entender con Simplicidad, con las palabras simples, con Humildad, eso que es la Luz. Vuestra Presencia, ya será para ellos el medio de interrogarse y, puede ser, de oírme, antes del momento colectivo. Ya que, cuanto más numerosos me oigan, más numerosos serán a percibir el Canto del Cielo y de la tierra y el Canto de la Luz, este momento colectivo se llevará a cabo lo mejor posible.
Así pues, nos quedan dos citas (Nde: el 7 y 14 de Enero 2012). Durante estas dos semanas de vuestro tiempo Terrestre, van a constatar la amplificación y la claridad (cada vez mas límpida) de mi Llamada, por vuestro nombre. No soñarán. Soy yo quien los llama, uno por uno, preparándoles de esta manera, preparando vuestro Templo para acoger: a El, que se tiene, en adelante, al centro de los 24 Ancianos. El sol está listo. El conjunto del sistema solar espera, ahora, la buena disposición de la Tierra. Ella, también, está lista. Todo está, por lo tanto, listo para vivir lo que debe vivirse, con el fin de finalizar el Despertador y el Despertar, la salida de la Ilusión, la entrada en la verdadera Vida. Tengan un pensamiento claro. Tengan, si Vibran, un Corazón puro, para el conjunto de esta Tierra, de la cual aún muchos de mis Hijos nos están listos a vivir eso, por ignorancia, o una vez más, por miedo. Pero eso no tiene importancia ya que están allí y son, hasta cierto punto, nuestros enlaces para la Gracia. Su memoria, también (la de otra parte y no de sus encarnaciones), sus memorias de su origen, sus memorias de Luz (mucho antes de la encarnación), van, para cada uno de ustedes, a volver de nuevo a su manera, aportando, allí también una Piedra de Luz a vuestro Despertador.
Sean vigilantes, estén atentos, estén a la escucha porque los llamo y los llamaré, cada vez más claramente. Vendré a calentar vuestro Corazón, vendré a permitirles preparar, si es su elección, su disolución en la Luz, dándoles a vivir en los espacios de sus noches, de sus Alineaciones, los momentos de Gracia que jamás han vivido. Todo eso contribuye a este momento colectivo que está cercano e inminente.
Estamos con ustedes porque somos ustedes. Todo eso van a vivirlo. Pueden también llamarnos, pueden también pedirnos la Gracia y la Luz para que no haya obstáculo para nuestra comunicación y, sobre todo, para nuestra Comunión. Esta resultará cada vez más evidente, a partir del momento en que su conciencia se porte sobre nosotros y sobre la Luz. No podrán ya dudar. No podrán poner más en duda cualquier cosa de lo que les dijimos, en las citas que nos dimos, con el fin de vibrar o comulgar en la Gracia. Estamos, de ahora en adelante, en el cuarto año que va a comenzar desde las Bodas Celestiales, instalando, durante el período hasta vuestro mes de julio de este año, la probabilidad mayor de vuestro instante colectivo. Entonces, estén en Alegría. Pero estén totalmente Presentes en ustedes mismos. Estén totalmente Presentes en la Luz. Estén totalmente Presentes en nuestra Comunión, en nuestras diversas formas de comunicación, que eso sea con nosotros pero también entre ustedes y sobre todo con ustedes mismos. Saldrán de allí, de esos instantes, de esos momentos, con la Alegría en el corazón. La duda nunca más podrá habitarles porque en ese momento, la personalidad (su mental, sus emociones) solo podrá borrarse ante la majestad.
Detendré aquí mis palabras. Los invito a escucharme y sobre todo a oírme individualmente. Porque si prestan atención a mi voz, o al sonido de nuestra Comunión, reforzarán nuestra conexión y suprimirán toda distancia entre ustedes y nosotros. Vivirán entonces los contactos, cada vez más fuertes, cada vez más verdaderos y cada vez más Luminosos, con ustedes mismos, con vuestros Hermanos y Hermanas encarnados y también con nosotros. Entonces danzaremos juntos, la Ronda de la Unidad. Prepárense. Prepárense, en la Humildad, en la Simplicidad. La hora llegó de Despertarlos en totalidad, de despertar en ustedes lo que los Arcángeles han llamado vuestra dimensión de Semillas de Estrellas. Todo eso vuelve de nuevo porque los velos de la Ilusión se disolvieron, permitiéndoles, si están atentos y si se apartan de algunos defectos que puedan permanecer, aún, en toda personalidad humana, incluso la más pura, entonces reforzarán eso que son, en Verdad.
No hay esfuerzo que hacer. No hay trabajo a efectuar. Hay solo a escuchar. Hay solo a oír. Hay solo a percibir. Y eso es posible en adelante para cada uno de ustedes. Como se los dijo el Comendador de los Ancianos, mi llamada se dirige a toda la humanidad y no solamente a los Ancladores y Sembradores de Luz, que han activado sus tres Fuegos o uno de los tres Fuegos, sino a cada Hermano, a cada Hermana, encarnados, que se digne escucharme y oírme, preparando así la llamada colectiva.
Voy ahora a dejarlos. Vendré en una semana, el mismo día, a la misma hora, y allí, esta vez responderé quizá a las preguntas que se planteen en ustedes, por relación a esta llamada, al hecho de escuchar y de oír. Les transmito todo mi Amor que es su Amor. Y les digo: Hasta una semana. Que la Luz los colme de Gracia. Ya que son la Gracia. Comulguemos. Hasta Pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario